top of page

CAMBIO DE RELACION

Por Kiara Windrider

 

Un Ɣrea en la que estamos comenzando a experimentar este Cambio es en la arena de las relaciones humanas. Esto se aplica a todas las formas de relaciones, sin embargo, me gustarƭa compartir algunas ideas aquƭ, particularmente con respecto a las parejas romƔnticas y la sexualidad, ya que este es un problema con el que casi todo el mundo parece estar lidiando en estos dƭas.

 

Los paradigmas de relaciĆ³n estĆ”n cambiando. Cuando estoy en contacto con mi esencia, me doy cuenta de que ya no busco estar con alguien por ninguna de las viejas razones (que me haga sentir feliz, realizado o vivo), sino a alguien que pueda asociarse conmigo en la tarea de crear. un nuevo mundo juntos. No necesito poseer, poseer o controlar a otra persona. Los considero libres para vivir su destino divino con la mayor plenitud posible. Ni siquiera necesito definir de quĆ© se trata la relaciĆ³n. Simplemente bendigo y honro la conexiĆ³n del alma que existe y dejo que se desarrolle y cambie con las estaciones.

 

Esto no siempre es fƔcil. Estamos atrapados entre lo viejo y lo nuevo. Estamos constantemente lidiando con viejos miedos, inseguridades, celos y patrones disfuncionales. Lidiamos con nuestras expectativas de nosotros mismos y de nuestros socios, asƭ como con las expectativas del mundo que nos rodea. Todavƭa no hemos creado realmente nuevos modelos viables. Puede ser que no haya modelos definidos para crear de todos modos, solo un proceso de escuchar nuestros corazones en cada momento y confiar en un impulso evolutivo que no siempre tiene sentido para nuestras mentes condicionadas.

 

Cuando reflexiono sobre quƩ tipo de nuevos paradigmas podemos crear juntos, pienso en la novela futurista de Thea Alexander titulada 2150 AD. Habla de toda una sociedad construida sobre un sentido de resonancia vibratoria en lugar del condicionamiento social intrincado y lleno de culpa que nos impulsa hoy.

 

Existe el reconocimiento de que viajamos en grupos de almas y encontramos nuestro sentido de pertenencia dentro de esta conciencia de cĆ”psula. No estamos buscando un socio para satisfacer mĆ”gicamente todas las necesidades que tenemos. En cambio, nos preguntamos quĆ© podemos dar en lugar de recibir de los demĆ”s. En este contexto, las relaciones y el sexo son medios para una comuniĆ³n mĆ”s profunda con el todo. Cuanto mĆ”s incondicionalmente amorosos seamos, mĆ”s satisfechos podemos estar dentro de esta conciencia de cĆ”psula.

 

En la sociedad de 2150 d. C., las personas han aprendido a ir mĆ”s allĆ” del modelo competitivo basado en la supervivencia del yo hacia una conciencia de vaina, donde derivan su sentido de identidad de todo el grupo de almas. Existe el reconocimiento de que nuestro mayor gozo es apoyar el mayor gozo de los demĆ”s. Nadie posee ni controla a nadie mĆ”s porque el otro no estĆ” separado de uno mismo. No hay necesidad de celos o posesividad porque no hay sentido de propiedad. Y los niƱos son criados por toda la comunidad, honrĆ”ndose unos a otros por su contribuciĆ³n Ćŗnica al conjunto.

 

ĀæEs este un modelo realista para nosotros hoy?

 

Creo que la especie humana estĆ” en medio de dar un salto evolutivo hacia el humano universal, del humano animal al humano divino. El cambio de paradigma que se estĆ” produciendo en las relaciones hoy en dĆ­a es una respuesta a este impulso evolutivo. Cuanto mĆ”s en sintonĆ­a estemos con este impulso, mĆ”s seremos llamados a desafiar estas aguas desconocidas. El viaje de relaciĆ³n de cada persona puede ser absolutamente Ćŗnico. Puede que ni siquiera se trate de crear un modelo alternativo de relaciĆ³n, sino de aprender lo que significa vivir desde nuestros corazones en cada momento y confiar en nuestro proceso Ćŗnico basado en nuestra propia sintonĆ­a con el humano divino emergente. Es un proceso de madurez que crece de adentro hacia afuera.

 

AsistĆ­ a una conferencia del astrĆ³logo chamĆ”nico Daniel Giamario hace muchos aƱos en Hawai. Giamario disertĆ³ sobre el cambio de un eje de relaciĆ³n CĆ”ncer-Capricornio a un eje de relaciĆ³n Leo-Acuario. Este tipo de cambio de paradigma en las relaciones caracterizĆ³ la revoluciĆ³n de los sesenta.

 

La firma energĆ©tica del signo astrolĆ³gico de CĆ”ncer se refiere al hogar y la familia; Capricornio, su complemento, se refiere a la seguridad y la estabilidad. Este era el ideal de la familia nuclear: la tarea de criar a los hijos tenĆ­a prioridad sobre todo lo demĆ”s. Las relaciones estaban destinadas a durar toda la vida. La pareja se refiriĆ³ el uno al otro como su otra mitad. El papel de cada persona en la familia estaba bien definido.

 

Luego vino el cambio al paradigma Leo-Acuario. Leo trata sobre la libertad y la individualidad, liberĆ”ndose de los lĆ­mites personales. Acuario se trata de expandir los lĆ­mites, moviĆ©ndose mĆ”s allĆ” de la familia nuclear a la familia global. Esta fue la generaciĆ³n del ā€œamor libreā€, que eventualmente se asentĆ³ en la multiplicidad de formas relacionales que encontramos hoy.

El propĆ³sito de la relaciĆ³n aquĆ­ ya no era simplemente criar una familia sino descubrir la realizaciĆ³n personal. Empezamos a darnos cuenta de que no era tan fĆ”cil equilibrar la realizaciĆ³n personal y la obligaciĆ³n familiar. Las relaciones monĆ³gamas permanentes se volvieron cada vez mĆ”s raras. El divorcio y la monogamia en serie se volvieron comunes, al igual que la experimentaciĆ³n con varios niveles de poligamia.

 

SurgiĆ³ una intensa necesidad de autocomprensiĆ³n en un contexto social a medida que nos acercĆ”bamos a la era de Acuario, que mientras tanto dio lugar a una explosiĆ³n del nuevo paradigma de la conciencia. Surgieron una multitud de modelos psicoterapĆ©uticos y prĆ”cticas de autoayuda para ayudar a las personas y sus relaciones.

 

Gran parte de la lucha y la angustia en las relaciones humanas parece estar basada en el aparente choque entre estos dos modelos de relaciĆ³n. Pero me parece que ahora estĆ” surgiendo un tercer modelo, un paradigma Virgo-Piscis, que puede ser la clave para el equilibrio y la integridad.

 

Las caracterĆ­sticas de Virgo incluyen el desinterĆ©s y el servicio, mientras que Piscis se trata de la trascendencia espiritual y la conexiĆ³n del alma. A medida que avanzamos hacia una nueva era de relaciĆ³n humana basada en un cambio evolutivo hacia el ser humano divino, comenzamos a ver un nuevo paradigma de relaciĆ³n. A este nuevo paradigma lo llamo cambio de relaciĆ³n.

 

Esto es lo que creo que practicaba la sociedad futurista de 2150 AD. Es un ideal que podemos empezar a modelar hoy. Tales relaciones se construyen sobre una base de resonancia del alma. Se basan en el reconocimiento de que viajamos en grupos de almas y no como individuos separados. Cuanto mƔs conectados estemos con nuestra propia resonancia del alma, mƔs fƔcil reconoceremos a otros en nuestras vainas del alma. Y a medida que nos conectamos con nuestras cƔpsulas de alma, nuestro crecimiento y valor proviene de cuƔnto podemos darnos unos a otros. No hay formas fijas, solo el movimiento de la vida de acuerdo con la guƭa constante de nuestras almas.

 

Inevitablemente, mientras las tendencias subconscientes de traumas antiguos permanezcan dentro de nuestros cuerpos celulares, es posible que experimentemos momentos de celos, posesividad, miedo, pĆ©rdida y dolor. Esto se convierte en la puerta de entrada a nuestra propia iluminaciĆ³n espiritual cuando reconocemos que no hay nada que podamos perder una vez que estemos conectados con la resonancia superior de la cĆ”psula del alma. El amado exterior se convierte en un sĆ­mbolo de nuestro amado interior. Los sentimientos de separaciĆ³n dan paso a la experiencia de la unidad del alma y el amor incondicional.

 

ĀæCuĆ”ntos de nosotros hemos anhelado nuestras almas gemelas definitivas, o llamas gemelas, segĆŗn sea el caso? ĀæCuĆ”ntos de nosotros nos hemos abstenido de participar plenamente en las relaciones de nuestras vidas en esta bĆŗsqueda elusiva de la Ćŗltima mitad faltante de nuestra alma que harĆ­a que nuestras vidas fueran completas para siempre?

 

QuizĆ”s algunos de nosotros hemos tenido la suerte de encontrar a esta pareja ā€œperfectaā€, o simplemente hemos estado dispuestos a vivir plenamente el momento presente. Pero para aquellos de nosotros que nos hemos perdido en fantasĆ­as esquivas, ĀæpodrĆ­amos estar buscando a nuestros amados internos reflejados en cada rostro que encontramos en el mundo que nos rodea?

 

Una vez que llegamos a este reconocimiento, estamos listos para pasar a una tercera fase de la relaciĆ³n. AquĆ­ es donde terminan las dependencias y codependencias y comienza el cambio de relaciĆ³n. AquĆ­ es donde cada relaciĆ³n en nuestras vidas, sin importar de quĆ© forma, se convierte en una puerta de entrada al descubrimiento de nuestro verdadero rostro.

 

Los tres modelos de relaciĆ³n que he descrito anteriormente no son mutuamente excluyentes. Puedo elegir estar en relaciĆ³n con alguien que dure toda la vida; o, puedo elegir nunca comprometerme con ninguna persona. Puedo elegir tener hijos o no. Puedo estar en una relaciĆ³n abierta, una relaciĆ³n homosexual, soportar una serie de parejas o permanecer cĆ©libe. Las formas no son importantes. Lo que importa es que estemos abiertos al fluir del amor a travĆ©s de nuestras almas, encontrando su expresiĆ³n mĆ”s natural con cada persona que encontramos sin juicios ni miedo.

 

A medida que avanzamos en este tiempo del Gran Cambio, nuestra biologĆ­a humana tambiĆ©n estĆ” experimentando un cambio. A medida que nos volvemos expertos en cambiar de dimensiĆ³n, es posible que no necesitemos traer niƱos a este mundo a travĆ©s de medios sexuales.

 

Entonces, la sexualidad ya no estarĆ­a asociada con un instinto primordial para la propagaciĆ³n de especies con todos los elementos mĆ”s oscuros que tienden a acompaƱarla en estos tiempos. Entonces puede ser mĆ”s fĆ”cil simplemente vivir desde un lugar de contacto con el alma, sin paredes y sin miedos, como en la visiĆ³n utĆ³pica del futuro de Thea Alexander.

 

Pasar por estas etapas ha sido un largo viaje de descubrimiento para mƭ. Ha sido a veces inmensamente gratificante ya veces triste y solitario, incluso desgarrador. Mis amigos cercanos a veces me dicen que no siempre soy bueno recibiendo. Tal vez mis patrones y condicionamientos de la infancia me lleven a restar importancia a mis propias necesidades de felicidad personal. Yo, a su vez, justifico mi postura de que el bienestar planetario es mƔs importante. Esto incluso puede conducir a un poco de complejo de mƔrtir: las necesidades de otras personas se vuelven constantemente mƔs importantes que las mƭas.

 

Sin embargo, estoy empezando a darme cuenta de que los dos ya no pueden separarse. Servicio no significa martirio. Como Piscis, mi tendencia es usar la trascendencia como un escape de involucrarme completamente en mi propia humanidad. He usado mi voluntad de servir al planeta como una distracciĆ³n de ser consciente de mis propias necesidades y sentimientos. A menudo he descuidado mi cuerpo fĆ­sico o me he exigido demasiado mientras negaba los placeres sensoriales o la alegrĆ­a.

 

El eje Virgo-Piscis se trata de amar a mi prĆ³jimo como a mĆ­ mismo. Si no puedo amar a mi pareja, no puedo amarme a mĆ­ mismo. Pero igualmente, si no me amo de verdad, tampoco puedo amar a mi pareja. En cambio de relaciĆ³n, aprendemos a recibir tanto como a dar. Aprendemos a experimentar la realizaciĆ³n personal y la alegrĆ­a tanto como a dejar espacio para la de los demĆ”s. Dar y recibir, servicio y alegrĆ­a se convierten en dos caras de una misma experiencia de unidad.

 

Para amar incondicionalmente no hacemos distinciĆ³n entre uno mismo, pareja y planeta, porque todos somos parte de la red de la vida juntos. La experiencia de la alegrĆ­a es la mĆ”xima expresiĆ³n de nuestra divinidad. Relationshift es una puerta de entrada a esta danza del alma.

 

Un nuevo paradigma basado en la conciencia incondicional de la vaina no puede imponerse desde el exterior. Es algo que debe surgir desde dentro (por eso a veces puede resultar tan confuso). Es un proceso de romper con nuestro viejo condicionamiento emocional y social, y requiere mucha conciencia, respeto por uno mismo y confianza en el proceso de la vida.

 

Es probable que cometamos muchos errores en el camino. Vacilaremos entre el nuevo paradigma y el viejo. Al aprender a amar a otro mĆ”s plenamente, estamos aprendiendo a amarnos mĆ”s plenamente a nosotros mismos. Estamos desentraƱando milenios de condicionamiento profundo en el proceso. En Ćŗltima instancia, es solo cuando reconocemos nuestra alma profunda como el amado interior que hemos estado buscando todo el tiempo que podemos amar verdaderamente a nuestra pareja, a nuestros hijos, a nuestros vecinos, a nuestros amigos. Finalmente, podemos extender esto a toda la familia humana y planetaria.

ā€‹

ā€‹

bottom of page